La familia Gordon de las tierras altas del norte de Escocia ha transmitido de generación en generación el arte de la preparación del mejor Whisky.
Su principal característica es la suavidad, factor que encaja muy bien con el paladar genético americano, predispuesto a favorecer el dulzor.
En esencia, el Gordon Highlanders es fruto de una compleja composición, elaborada por el maestro mezclador Brian Kinsman, quien fundamenta su trabajo en cuatro pilares: el primero es el uso de whisky de maíz (y no de cebada), que aporta sabores frutados; el segundo es la incorporación de no menos de 20 whiskies de malta de la zona de Speyside, en el norte de Escocia, caracterizados por sus sensaciones florales y de frutas blancas, como pera y manzana; el tercero es la utilización de roble portugués para el envejecimiento, tomando de aquél textura y complejidad, y el cuarto es la anexión de pequeñas cantidades de whisky ahumado de la zona de Islay, en el sur.
La marca Gordon Highlanders hace referencia a un regimiento de infantería instituido a finales del siglo XVIII, en el norte de Escocia, que combatió en varias campañas bélicas europeas.
Presentación: Botella x 750ml